domingo, 31 de enero de 2010

CUENTO DE ENERO



Un hombre caminaba por las abarrotadas calles de Madrid.Llevaba un traje negro, característico de los espías o detectives, aunque él no fuese ninguno de esas dos profesiones.
Sus cabellos, alborotados, hacían remolimos dándole un aspecto muy atractivo.
Se paró en un banco y saco dinero, 300.000 euros y, como un robot imparable,siguió andando sin descanso hasta encontrar su destino.
Era un bloque de edificios cerca de la plaza Mayor
Muy viejo, con aspecto que hacía pensar que nadie podría vivir allí.
La fachada marrón oscura, las telarañas las ventanas rotas con madera oscura y la entrada pesada y carcomida por el tiempo ,daban un aire fantasmal.
Entró por la puerta, que cedió solo con tirar del antiguo pomo, y escuchó una voz:
-¿Para que me ha llamado?-pregunto una voz bastante grave.
-Tengo un trabajo para ti Martinez, nuestra empresa se va por la borda - contestó el hombre del traje oscuro.
-¿Vuestra empresa?Si vosotros no tenéis empresa..bueno más o menos, sois una tapadera o no? -Martinez sonrió sacando de quicio a Lotini (así se llamaba el hombre de la empresa)
-Más o menos..si.. necesito que asesines a Mario Bruni, un empresario que vive en la calle Fuencarral, de acuerdo?
-¿No podrían hacerlo tus amiguitos Italianos? - dijo Martinez sonriendo y bostezando descaradamente - te costará caro... vamos a ver ...dame un millón de euros, aunque por adelantado dame 300.000
-Perfecto¿Sabes como lo vas ha hacer? - dijo Lotini mirándolo fijamente con sus ojos verdes y brillantes como esmeraldas.
-Sí. Trabaja en un empresa de secadores de pelo he oído...pues bien incendiaré su casa asegurándome de que esté solo.
-El nunca esta solo... - dijo Lotini con picardía.
-Pues bien, en su despacho.

En los siguientes meses, el señor Martinez había seguido a Mario por todas partes.
Sabia perfectamente a que lugares se dirigía, con quien se relacionaba, sus gestos, costumbres, relaciones sentimentales...TODO.
Sus ojos negros como ala de cuervo le seguían a todas horas y descubrió que no hacia falta asesinarle ,era un hombre indefenso, pero que tenía una formula para diseñar electrodomésticos brillantes pequeños y eficaces.
Pensó que lo más sencillo era borrar ese documento y él solo se desmoronaría
Así que, sin más reparo, planeó todo el incendio que arrasaría su despacho.

Llegó el martes, Martinez, como profesional y veterano que era, no estaba nada nervioso.
Aprovechó la ausencia de Mario para buscar los papeles.
Los encontró en un cajón escondido dentro de una mesilla de noche .
Cogió una cerilla, un spray y encendió una llama, que fue como un relámpago a parar a las cortinas y a los papeles.
Pasó una hora y por fin los papeles se retorcían en un fuego debastador y abrasante.
Martinez salió de allí y volvió a su apartamento. Llamó a Lotini.
-Señor, trabajo terminado, no queda nada.
-Excelente, mañana a las 17:00 en el caserón.
Martinez se hecho en la cama. Estaba agotado y un segundo despues se había quedado completamente dormido.
A la mañana siguiente no notó nada extraño en su apariencia, hasta que se miró en el espejo.
Tenía toda la cara cubierta de una mata de pelo rojizo, largo y melenudo.
Las manos no tenían piel sana, esta se despegaba a tiras en carne viva.
Se quedo horrorizado ¿Cómo había podido suceder? Él que era el mejor asesino del mundo, tan famoso entre la mafia...
Empezó a escuchar el crepitar de las llamas en su cabeza y no pudo más, se tiró por el balcón.
Al día siguiente , la policía encontró el cuerpo aparentemente intacto, menos por el cráneo que estaba roto y totalmente descolocado.
Nadie supo jamás la historia de aquel hombre y el porque de su muerte.
Esta se convirtió en una leyenda vagabunda utilizada por los hermanos para asustarse entre sí.
Era un misterio.